Vistas de página en total

domingo, 29 de mayo de 2011

El ladrido del gato

La agonía de mis bolsillos
es más cierta que tu corazón desbaratado.
Estás donde nunca te deseé:
colgando de la manecilla de este reloj de arena.
Pasan sábanas de gemidos lentos,
como una hoguera sorda a mediados de julio.
Y el reloj campanea pavoroso
para regatearle tiempo al tiempo.

La batalla está perdida.
La posguerra me devora.